Más de 170 familias trabajan desde 2018 en el cultivo de cacao como una alternativa para reemplazar los cultivos ilícitos en su territorio. Su objetivo fue unir a las familias cacaoteras para encontrar formas asociativas que les permitieran un mejor crecimiento, aliados comerciales y el fortalecimiento de sus capacidades como cultivadores. 

Además, un grupo de asociados vio oportunidades en la transformación del cacao en diferentes productos comestibles, por lo que ahora, además de comercializar el cacao en fruto para distintos clientes como la Fábrica Nacional de Chocolates; también producen sus propios chocolates de mesa, dulces y cremas de cacao combinados con frutos amazónicos. 

Gracias a una alianza con otros apoyos, lograron hacer crecer el número de cultivos y con el apoyo de otras organizaciones pudieron implementar diferentes planes de fortalecimiento para mejorar los cultivos, la planta de transformación y la comercialización de los productos, por lo que sueñan con seguir creciendo e impulsar la línea de dulces para que pueda comercializarse en todo el país.