En la vereda Las Brisas en Mampuján, en 2003, un grupo de mujeres inició su trabajo con los tejidos como una forma de sanar, contar sus historias y hacer memoria sobre las distintas victimizaciones que sufrieron por el conflicto armado en su territorio.

Las mujeres de Tejiendo Sueños y Sabores de Paz nunca imaginaron que este sería el primer paso para consolidar un emprendimiento que hoy articula a más de 50 personas y que trabaja por desarrollar diferentes tapices, prendas de vestir y tapabocas, productos que les han permitido abrirse camino en el mercado y cuya venta genera ingresos para las familias que participan del proyecto.

Ellas sueñan con seguir creciendo, multiplicar sus historias y generar un impacto en la vida de sus niñas, niños y jóvenes como un ejemplo de que es posible recuperarse del dolor y seguir adelante.